dijous, 18 de juliol del 2013

El Psoe acelera, pero poco

Juan Tortosa

¿Por qué el psoe no ha metido más caña en estos cinco últimos meses habiéndolo tenido tan a huevo tantas veces?
¿Por qué ha amagado tanto pero sin apenas dar?
¿Por qué la oposición a Rajoy han estado haciéndola mejor Pedrojota y Esperanza que Rubalcaba y Valenciano?
¿Por qué el psoe no ha apretado más fuerte en estos meses?
¿Por qué no ha conseguido sacar mayor rentabilidad política y electoral a una situación de debilidad del gobierno que ni podían imaginar en sus mejores sueños?
¿Cuál es la razón? ¿incapacidad? ¿incompetencia? ¿cobardía? Porque a mí que no me vengan a estas alturas intentándome convencer que se ha tratado de estrategia. Rajoy nos ha desesperado con sus silencios -”la vida es resistir y que alguien te ayude-” y Rubalcaba con su flácida beligerancia.
“Me veo en la obligación de exigir la dimisión de Rajoy”, ha dicho este domingo, como pidiendo permiso, el líder de la oposición. ¿cómo que te ves en la obligación? ¿acaso te da vergüenza después de cinco meses y de todo lo que le ha caído encima en ese tiempo al gobierno y al partido del gobierno, cumplir con tu papel de jefe de la oposición?
Suele decir el maestro Manuel Alcántara que tanto el psoe como el pp creen con idéntico convencimiento en dos cosas: en que la situación es insostenible y en que hay que sostenerla. Quizás ahí pueda estar la explicación: esta tormenta pone en jaque el tinglado en sí tal y como está organizado, cuestiona la esencia misma del funcionamiento de las cosas y pide aires nuevos, caras nuevas y maneras de gestionar nuevas. Y Rubalcaba va y se limita a pedir dimisión inmediata e investidura de otro miembro del pp. Sí, ya sé que así son las cosas, pero eso en la práctica es cero al cociente y bajo la cifra siguiente.
Son tiempos de no pasar ni una. Son tiempos de estar a la que salta, de hacerle pagar al gobierno del pp el daño que nos lleva hecho en año y medio. Son tiempos de arrinconarlos , de noquearlos, de no dejarlos que se recuperen… Y el psoe continúa a verlas venir, amagando sin dar y sin redondear la faena de acoso y derribo teniéndolo tan a puro huevo como lo tiene.
He hablado con amigos míos del pp que gestionan su vergüenza como pueden aunque, eso sí, en silencio. Los del psoe, por su parte, están desorientados. Acostumbrados a obedecer, con poca práctica en el ejercicio de la discrepancia, ahora no saben cómo interpretar la escasa sangre en las venas que demuestran los responsables de su partido.
¿Hasta cuándo esta anestesia general? ¿qué puñetas nos pasa que no reaccionamos? Ya está bien de mamoneo, ¿no? Espero que Rajoy -”la vida es resistir-” no consiga llegar a fin de mes como si nada y marcharse después de vacaciones tan ricamente.