dissabte, 6 de juliol del 2013

La brecha entre lo que declaran autónomos y asalariados se dispara

Los empresarios dicen ganar 10.000 euros de media menos que los empleados

Jesús Sérvulo González

Escudriñar las estadísticas tributarias ofrece una imagen de la desigualdad fiscal del país. Cerca del 90% de las declaraciones de la renta proceden de trabajadores asalariados. Solo un 10% son autónomos y emprendedores, según los últimos datos de declarantes del Impuesto sobre la Renta difundidos esta semana por el Ministerio de Hacienda correspondientes a las liquidaciones de 2011.
A tenor de los datos del impuesto sobre la renta podría concluirse que sale más rentable lograr un contrato de trabajo que poner un negocio. El rendimiento neto de los asalariados ascendió a 19.262 euros durante 2011, frente a los 9.686 euros que declararon de media los autónomos que presentaron la declaración por estimación objetiva [calculan la base liquidable restando a los ingresos los gastos de la actividad]. No es de extrañar en un país en el que cerca del 90% del sector empresarial está compuesto por pymes.
Lo llamativo es que la brecha entre autónomos y asalariados ha crecido en cerca de un 50% en la última década. A comienzos de la serie histórica publicada por Hacienda, en 2003, la diferencia de rendimientos entre asalariados y autónomos ascendía a 6.500 euros. Actualmente está en 9.575 euros, un 50% más.
“Siempre ha habido una brecha fiscal que llevamos aireando durante toda la serie histórica”, explica José María Mollinedo, secretario general de Gestha, el principal sindicato de técnicos de Hacienda. “No es que la crisis haya dañado más a los autónomos, la serie histórica demuestra que estos declaran menos”, añade. Desde Gestha alertan de que puede haber una bolsa de fraude fiscal en estas declaraciones de emprendedores. Y recuerdan que en 1992 la brecha entre trabajadores por cuenta ajena y autónomos era de solo 2.000 euros. “Ni en tiempos de bonanza económica ha dejado de crecer esta diferencia”, precisa Mollinedo.
Los datos publicados por la Agencia Tributaria revelan también que solo el 23% de los autónomos declara ganar más de 1.000 euros al mes, mientras que el 66% de los trabajadores por cuenta ajena, los que tienen un contrato de trabajo, declararon ganar más de esa cantidad.
Siete de cada diez contribuyentes del IRPF (cerca de un 70%), tanto por cuenta ajena como por cuenta propia, que presentaron la declaración de la renta en 2011 y declararon ganar más de 150.000 euros al año era empleado. “Cuando se supera cierto nivel de ingresos se buscan sociedades interpuestas para reducir la factura fiscal”, explican en Gestha.
La mayoría de asalariados, un 96% de los más de 16,7 millones que tienen un contrato por cuenta ajena, declaró ganar menos de 60.000 euros al año durante el año pasado. Frente a esto, solo el 8,2% de los autónomos, de los casi 1,5 millones de trabajadores por cuenta propia, dijeron que ganaron más de 60.000 euros al año.
Los autónomos que presentaron la declaración por estimación objetiva, mediante el sistema de módulos, son solo unos 561.919 y declararon unos rendimientos medios de 10.762 euros al año. Además, en el régimen especial agrario había 1.015.007 declarantes en 2007 que reconocieron unos rendimientos medios de 2.583 euros al año.
La estadística de Hacienda, no obstante, no refleja exactamente lo que cobran todos los trabajadores ya que deja fuera a los que no tienen que presentar declaración por no alcanzar el mínimo y que tienen solo un único pagador.
El Ministerio de Hacienda logró cosechar por el impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas 69.803 millones de euros en 2011. El año pasado logró aumentar esta cantidad en un 1,2% debida a la subida de tipos que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy nada más llegar a la Moncloa en diciembre de 2011.

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