Cinco millones de personas en paro
El empleo que se crea es de baja calidad
Los salarios pierden poder adquisitivo
Crece la pobreza y la desigualdad
Se vulneran las libertades y el derecho de huelga
ASÍ NO SALIMOS DE LA CRISIS
LAS PERSONAS SON LO PRIMERO
ACABAR CON LAS POLÍTICAS DE RECORTES
POR UNA PRESTACIÓN DE INGRESOS MÍNIMOS
Las políticas de recortes y austeridad extrema han fracasado en Europa
El empleo que se crea es de baja calidad
Los salarios pierden poder adquisitivo
Crece la pobreza y la desigualdad
Se vulneran las libertades y el derecho de huelga
ASÍ NO SALIMOS DE LA CRISIS
LAS PERSONAS SON LO PRIMERO
ACABAR CON LAS POLÍTICAS DE RECORTES
POR UNA PRESTACIÓN DE INGRESOS MÍNIMOS
Las políticas de recortes y austeridad extrema han fracasado en Europa
Este 1 de Mayo, Día Internacional del Trabajo, se celebra en un marco caracterizado por una convicción de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país: que las políticas aplicadas desde 2010 han alimentado en España y en toda Europa una recesión de devastadores efectos sobre el empleo, la cohesión social y la calidad de vida de sus ciudadanos y ciudadanas.
Su impacto no ha sido igual en todos los países; hay ganadores y perdedores. La nefasta gestión de la crisis por parte de la Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) y la imposición de sus erróneas políticas han dejado a muchos países en una penosa situación económica y, sobre todo, social. Grecia, Portugal, Italia, Irlanda, Chipre. En conjunto, es el proyecto de una Europa unida y fuerte el que ha salido dañado globalmente.
Se ha pretendido salir de la crisis impulsando un capitalismo más agresivo, deprimiendo las condiciones laborales de una parte relevante de los trabajadores y trabajadoras europeos, recortando los servicios públicos y los sistemas de protección social que son consustanciales a nuestro Estado de Bienestar. Se aprovecha la crisis para cambiar nuestro modelo económico y social, el llamado modelo social europeo, referencia de progreso e imprescindible para el desarrollo democrático de Europa.
Estas políticas de austeridad han supuesto un tremendo despilfarro de recursos y capacidades. Ahora en Europa hay más paro, peores infraestructuras y menos inversión productiva. Ha aumentado la pobreza, las desigualdades y la falta de expectativas. Y ni siquiera se han corregido algunos de los desequilibrios económicos existentes: la deuda sigue siendo muy elevada en muchos países, pero se han recortado en algunos casos sus posibilidades de pago; el sistema bancario sigue mostrando importantes debilidades que son fuente de incertidumbre; y el fraude y la elusión fiscales siguen siendo enormes, reduciendo los ingresos de los Estados y mermando sus posibilidades de aplicar políticas públicas imprescindibles para promover el desarrollo económico y social.
En este Día Internacional del Trabajo, UGT y CCOO, junto a la Confederación Europea de Sindicatos (CES), rechazamos rotundamente estas políticas de austeridad y recortes que han mostrado sobradamente su fracaso. Es imprescindible un cambio de las mismas, la aplicación de una nueva estrategia de salida conjunta de la crisis, que reduzca las desigualdades, incremente las oportunidades económicas y de vida digna de la mayoría social, dentro de un marco de libertades democráticas plenas.
Otra estrategia para Europa: impulsar el crecimiento económico y reforzar la solidaridad
Frente a la Europa de la desregulación, el dumping social, el empobrecimiento y la pérdida de derechos promovida en los últimos años, los sindicatos reivindicamos una Europa de las personas, más democrática y solidaria, que promueva el empleo de calidad y garantice la mejora de los derechos sociales y ciudadanos.
El nuevo Parlamente Europeo surgido de las elecciones del 25 de mayo de 2014 debe afrontar este cambio con decisión, con actuaciones concretas que impulsen la economía europea y pongan en primer lugar a las personas, cambiando los recortes por el bienestar. Europa debe impulsar:
- un nuevo Plan de Inversiones más ambicioso que el llamado Plan Juncker, como el propuesto por la Confederación Europea de Sindicatos, que supone aumentar la inversión un 2% del PIB durante los próximos 10 años para crear 11 millones de empleos;
- la exclusión de la inversión pública en proyectos industriales y en infraestructuras generadoras de empleo del cómputo del déficit de cada país;
- el establecimiento de una nueva pauta de reducción de los déficit y deuda de los países miembros de la UE, coherente con las capacidades y objetivos de desarrollo de los países y de la zona e igual para todos;
- una política fiscal europea más armonizada, que obtenga más recursos para llevar a cabo una política de impulso a la actividad y el empleo, de mejora de la calidad y cobertura de los servicios sociales esenciales y que trate de forma más equitativa a las diferentes rentas;
- la eliminación de los paraísos fiscales, y combatir la elusión fiscal de las grandes multinacionales;
- una apuesta pública por los factores que enriquecen a largo plazo el modelo productivo: investigación, desarrollo e innovación; tecnologías de la información; redes de transporte más eficientes; y promoción de sistemas de ahorro energético.
- el establecimiento de un salario mínimo europeo;
- la reducción de las desigualdades sociales y de la brecha salarial de género;
- el fortalecimiento de la negociación colectiva y el diálogo social europeos;
- el desarrollo de políticas de protección de las personas migrantes y refugiadas.
Todo ello debe enmarcarse en el desarrollo de un nuevo “Contrato Social Global”,como propone la Confederación Sindical Internacional (CSI), que redefina el papel de las instituciones internacionales y otorgue un papel más protagonista a la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Con las políticas actuales, España no saldrá de la crisis
En España, el Gobierno del Partido Popular ha aplicado desde 2012 una intensa estrategia de recortes, desmantelamiento de lo público, devaluación del trabajo, reducción del sistema de protección social y erosión de derechos laborales. La consecuencia ha sido un aumento del desempleo, más desigualdad y precariedad laboral y un creciente empobrecimiento y riesgo de exclusión social. Los datos son ilustrativos de esta situación:
- tenemos casi cinco millones y medio de trabajadores y trabajadoras en desempleo, con una tasa de paro del 23,7%;
- el desempleo juvenil es del 51,8%;
- seis de cada diez desempleados lleva más de un año buscando empleo;
- 1,8 millones de hogares tienen a todos sus miembros en paro;
- la tasa de cobertura de las prestaciones por desempleo es la más baja desde hace catorce años: 55,7% de los parados registrados en los Servicios Públicos de Empleo;
- nueve de cada diez contratos realizados son temporales, y uno de cada tres a tiempo parcial, el trabajo por horas se está convirtiendo en uno de los ejes de la precariedad.
- los salarios han perdido siete puntos de poder de compra desde 2009;
- las trabajadoras españolas cobran un 31% menos que los hombres y hay el triple de mujeres que hombres en el tramo más bajo de los salarios.
- un 20,4% de los hogares está en riesgo de pobreza.
- el desempleo juvenil es del 51,8%;
- seis de cada diez desempleados lleva más de un año buscando empleo;
- 1,8 millones de hogares tienen a todos sus miembros en paro;
- la tasa de cobertura de las prestaciones por desempleo es la más baja desde hace catorce años: 55,7% de los parados registrados en los Servicios Públicos de Empleo;
- nueve de cada diez contratos realizados son temporales, y uno de cada tres a tiempo parcial, el trabajo por horas se está convirtiendo en uno de los ejes de la precariedad.
- los salarios han perdido siete puntos de poder de compra desde 2009;
- las trabajadoras españolas cobran un 31% menos que los hombres y hay el triple de mujeres que hombres en el tramo más bajo de los salarios.
- un 20,4% de los hogares está en riesgo de pobreza.
En suma, España ha sufrido una verdadera regresión económica y social que tiene que terminar. El momento actual es favorable, porque algunos factores externos han favorecido el cambio de ciclo económico, como la relajación de la política monetaria por parte del Banco Central Europeo, la devaluación del euro frente al dólar, el crecimiento de la economía estadounidense, la caída de los precios del petróleo o la atracción coyuntural de turismo de otras zonas.
Gracias a ello, y a pesar de los recortes y la destrucción del tejido productivo, España ha iniciado una nueva etapa de crecimiento económico. Eso no significa en absoluto que hayamos salido de la crisis; ni siquiera que estemos saliendo ya. Porque la salida de la crisis solo se producirá cuando los ciudadanos y ciudadanas perciban esa mejora económica; cuando tengan un empleo en condiciones dignas que les permita recuperar su capacidad de compra y de ahorro; cuando cientos de miles de hogares salgan de la situación de pobreza en la que les ha sumido la crisis y las políticas de recortes; cuando les vuelvan a prestar los servicios públicos esenciales que ahora se les ha hurtado; y cuando, en definitiva, vean mejorar su calidad de vida y la de sus familias.
Y todo eso queda muy lejos; de hecho, resultará inalcanzable si no se cambian las políticas aplicadas.
Un cambio de políticas urgente en España: por una salida de la crisis más justa y sostenible
Por eso, en este 1 de mayo, UGT y CCOO reclamamos un cambio urgente en la política económica en nuestro país, que ponga en el centro la reactivación de la actividad y la creación de empleo estable y con derechos, a partir de un cambio de modelo productivo hacia uno más sostenible y equilibrado. Para ello, planteamos un programa de actuaciones necesarias:
- Impulsar un cambio de modelo productivo que potencie el papel de la industria y de los factores que más pesan en la competitividad y desarrollo de un país a largo plazo, con inversiones en I+D+i, TICs, formación e infraestructuras básicas.
- Reformar el sistema energético, introduciendo competencia real para hacer su acceso más asequible y sus resultados más eficientes.
- Realizar una reforma fiscal que permita aumentar la recaudación para sostener las políticas públicas y mejore la justicia de las aportaciones, atacando el fraude fiscal.
- Derogar la reforma laboral de 2012, que ha significado un fuerte trasvase de rentas del trabajo al capital, un empeoramiento de las condiciones de vida y trabajo, y la flexibilización de las causas del despido, facilitando los despidos individuales y colectivos y acelerando la destrucción del empleo. En conjunto, ha provocado un incremento de la precariedad, la pobreza y la desigualdad.
- Reequilibrar las relaciones laborales y fortalecer los derechos laborales en las empresas: igualdad, salud y seguridad en el trabajo, participación y formación. Ello requiere del reconocimiento y promoción de la actividad sindical.
- Fortalecer la negociación colectiva para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras, reforzar los convenios sectoriales de amplia cobertura y garantizar la ultraactividad de los convenios.
- Aumentar los salarios de manera coherente con la fase de crecimiento económico, de forma que ganen poder de compra en los próximos años, ayudando así a reactivar el consumo de las familias y la creación de empleo.
- Poner en marcha, por parte de las Administraciones Públicas, políticas de empleo e inversión que permitan la recuperación de unos servicios públicos de calidad accesibles para el conjunto de la población y recuperando los compromisos políticos de las Administraciones en torno al desarrollo de los servicios de atención a la dependencia y la oferta pública de plazas de educación infantil de 0 a 3 años.
- Recuperar el poder adquisitivo y los derechos laborales de los empleados públicos recortados por los Gobiernos en estos últimos años; garantizar el derecho a la negociación colectiva y el desarrollo del Estatuto Básico.
- Subir el salario mínimo interprofesional situándolo en 800 euros en 2016.
- Mejorar el sistema de prestaciones por desempleo para ampliar la protección a las personas que ahora carecen de ella.
- Introducir una nueva Prestación de Ingresos Mínimos que asegure la atención de las necesidades más esenciales a los desempleados sin recursos económicos, prestación que debe ser financiada con impuestos.
- Retirar la reforma de las pensiones llevada a cabo por el Gobierno del PP en 2013, y reestablecer, a través del consenso en el Pacto de Toledo, un sistema que garantice el poder adquisitivo de las mismas.
- Completar la integración de las empleadas de hogar en el Régimen General con el establecimiento del derecho a prestación por desempleo derivado de la correspondiente cotización.
- Implementar medidas eficaces para favorecer la corresponsabilidad de hombres y mujeres en las tareas de cuidados familiares como forma de contribuir a erradicar las desigualdades de género, como la ampliación del permiso de paternidad.
- Introducir medidas urgentes y eficaces para erradicar los desahucios, consecuencia de la pobreza sobrevenida en miles de familias por la crisis y depor los abusos de las entidades financieras.
CCOO y UGT estamos convencidos de que estas iniciativas conforman una necesariaagenda de progreso, que permitiría salir de la crisis definitivamente de manera solidaria, y sentar las bases para un desarrollo futuro sostenible e integrador. Creemos que sería más fácil ponerlas en marcha a través de acuerdos, y para ello vamos a trabajar, como hemos venido haciendo siempre, tanto en el ámbito del dialogo social bipartito, con las organizaciones empresariales, como tripartito, incluyendo también a los gobiernos. En el mismo sentido, solicitamos responsabilidad a losempresarios y Administraciones para que antepongan los intereses de la ciudadanía antes que los suyos particulares. La situación requiere de ese esfuerzo solidario, que los trabajadores y trabajadoras ya han hecho en los peores años de la crisis.
En este momento político, en el que España afronta importantes procesos electorales,reclamamos también a las fuerzas políticas responsabilidad a la hora de confeccionar sus programas, y les llamamos a asumir las propuestas anteriores para impulsar, de manera solidaria, un nuevo camino de progreso para todos los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país.
Actuaciones urgentes: Fortalecer la negociación colectiva, crear empleo de calidad, mejorar los salarios y extender la protección social
Este cambio es urgente y las medidas no pueden esperar, porque los trabajadores y trabajadoras no pueden hacerlo. Por eso, con acuerdos o sin ellos, UGT y CCOO vamos a desarrollar conjuntamente, de manera inmediata, iniciativas específicas en temas esenciales.
- Vamos a impulsar unacampaña en defensa de la negociación colectiva, el empleo de calidad y la mejora real de los salarios. Porque sin una negociación colectiva equilibrada y eficaz no se pueden garantizar los derechos laborales; sin empleo estable y de calidad nunca ganaremos competitividad ni recuperaremos los niveles de bienestar perdidos; y si los salarios no aumentan en términos reales no es posible la reactivación de la actividad y la mejora de la calidad de vida de millones de hogares que ahora lo están pasando muy mal.
- Y también vamos a promover una Iniciativa Legislativa Popular para que se regule esa nueva Prestación de Ingresos Mínimos, como una prestación económica no contributiva dentro del sistema de la Seguridad Social, de acceso universal para todas las personas que reúnan los requisitos para obtenerla, y que permita lograr una mayor cohesión social y territorial.
Recuperar y fortalecer la democracia, las libertades y los derechos fundamentales
Junto a las medidas económicas que nos han traído a la penosa situación actual, el gobierno del Partido Popular ha introducido una agenda paralela de reformas que han supuesto una regresión de libertades individuales y derechos fundamentales, y en definitiva, un paso atrás en nuestro modelo democrático de convivencia. La reforma del Código Penal, la Ley de Seguridad de Ciudadana (conocida como “ley mordaza”), el proyecto de regulación de la interrupción del embarazo, los intentos de restringir el acceso a la justicia o las iniciativas y propuestas para limitar el derecho de huelga son ejemplos de esta deriva autoritaria que CCOO y UGT rechazamos rotundamente, y que vamos a seguir combatiendo con todos los instrumentos legales a nuestro alcance.
En particular, UGT y CCOO manifiestan su completo apoyo a los compañeros y compañeras sindicalistas incursos en procesos penales o administrativos derivados de su actuación en defensa de los trabajadores y la promoción de los valores constitucionales.
Igualmente, ambos sindicatos vamos a trabajar para impulsar el diálogo social y nuevas vías de desarrollo de la democracia y de participación de la ciudadanía en las decisiones políticas más relevantes, buscando la confluencia y cooperación con otras fuerzas, movimientos y organizaciones sociales y ciudadanas progresistas, como la Cumbre Social, para contribuir conjuntamente a una mejora de nuestro sistema de derechos y libertades y al fortalecimiento de nuestro estado de bienestar.
El 1 de mayo por la paz, la convivencia y el desarrollo humano
Por último, CCOO y UGT, junto con el movimiento sindical internacional (Confederación Sindical Internacional-CSI y Confederación Europea de Sindicatos-CES), reclamamos en este 1 de mayo:
- el fin de todos los conflictos bélicos y actuaciones terroristas, y de las violaciones de los derechos laborales, sindicales y civiles en todo el planeta,
- el reforzamiento de la lucha internacional contra la pobreza, y en especial contra la pobreza infantil,
- la puesta en marcha de una verdadera política de migraciones de ámbito europeo, que dé respuestas urgentes al reto de la emigración de las personas que huyen de la miseria y de las guerras, así como a los propios movimientos de población dentro de la Unión Europea,
- la retirada o revisión de iniciativas internacionales como la Directiva europea sobre los secretos comerciales y el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones entre la Unión Europea y Estados Unidos (TTIP), que se están desarrollando con gran opacidad y al margen de todo diálogo social, y que con la excusa de la salvaguarda de la protección de la competencia leal o el fomento del comercio, tal y como están diseñadas, suponen en la práctica una amenaza contra la transparencia y la democracia y una degradación de normas y derechos fundamentales.
- la promoción de la paz y de un nuevo orden internacional que sirva para promover mayores niveles globales de democracia, solidaridad, justicia social y sostenibilidad medioambiental.
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