diumenge, 30 de juny del 2013

Los niños que construyan castillos de arena tendrán que pagar el IBI

CIENTOS DE INSPECTORES PATRULLAN LAS COSTAS DESTROZANDO CASTILLOS ILEGALES

Xavi Puig

Varios inspectores de Hacienda han empezado hoy a patrullar la costa española en busca de castillos de arena sin los papeles en regla. “Estaba tomando el sol en la playa y ha venido mi hijo llorando porque un señor con traje le había destrozado el castillo. Me parece muy fuerte que no le mandaran antes una circular”, se queja Laura G., una ciudadana de Almería.
Decenas de niños ya hacen cola para obtener permisos de edificación
Como Laura, miles de padres han tenido que consolar a sus retoños y recomendarles otras actividades de ocio veraniego.
“Llevo días haciendo cola en el Ayuntamiento para obtener el permiso de edificación. Nadie me dijo que, además, tendría que pagar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles. Ya compré el cubo y la pala. ¿Quién me devuelve la inversión?”, pregunta Alvarito Bosch, un niño de diez años que lleva todo el año pensando “en este proyecto de castillo de estilo almohade en primera línea de mar”.
Muchos critican también el modo en el que actúan los inspectores: “Chafan los castillos con los pies, apagando colillas en ellos, regocijándose, haciendo llorar a los niños. ¿Por qué no van a molestar a los ricachones que tienen apartamentos de lujo unos metros más atrás?”, insiste Laura G.
El Ministerio de Hacienda asegura que el pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) nunca excluyó a los castillos de arena aunque hasta ahora se hiciera la vista gorda. “Los tiempos nos obligan a ser implacables con todo el mundo, no puede haber excepciones. Hacienda somos todos. También los más pequeños”, explica la institución en un comunicado.
Los castillos de arena propiedad de la Iglesia quedan exentos
Algunos niños espabilados han encontrado una posible salida a esta situación: “Mi hijo, que es monaguillo, fue a hablar con el cura del pueblo y le convenció para que dirigiera las obras del castillo de arena que está preparando. Muy amablemente, el cura le ha firmado unas escrituras. Ahora el castillo se considera bien eclesiástico y, por lo tanto, no paga un duro”, declara un veraneante de la Costa Brava.